ENDODONCIA
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La endodoncia, comúnmente conocida como tratamiento de conductos, es una especialidad odontológica que se enfoca en tratar las infecciones y daños en la pulpa dental (nervio del diente) para evitar la extracción del diente afectado. Este procedimiento es fundamental para salvar dientes dañados y aliviar el dolor dental.
Servicios que ofrecemos:
- Endodoncia o tratamiento de conductos de alta complejidad: procedimiento para extraer la pulpa dental infectada o dañada y sellar el conducto radicular, preservando así el diente.
- Cirugías apicales: eliminación de un segmento de la raíz del diente y su respectivo sellado, utilizado en casos donde el tratamiento de conductos no es suficiente.
- Sellado de perforaciones por malas prácticas: reparación de perforaciones accidentales en el diente causadas por tratamientos previos inadecuados.
¿Cuándo es necesaria la endodoncia?
La endodoncia es esencial cuando la pulpa dental se inflama o se infecta debido a caries profundas, tratamientos dentales repetidos en el mismo diente, o lesiones que causan grietas y fracturas en los dientes.
Este tratamiento ayuda a aliviar el dolor intenso, eliminar la infección y salvar el diente afectado, evitando la necesidad de una extracción dental.
Preguntas frecuentes
acerca de la endodoncia
La endodoncia es un procedimiento dental que trata las infecciones y daños en la pulpa dental (el nervio del diente) extrayéndola, limpiando el conducto radicular y sellándolo para preservar el diente.
Una cirugía apical es necesaria cuando un tratamiento de conductos no es suficiente para eliminar la infección o inflamación en la raíz del diente. Este procedimiento implica la eliminación de la punta de la raíz y el sellado del área afectada.
En caso de una perforación dental causada por tratamientos previos inadecuados, se realiza un sellado de perforaciones. Este procedimiento repara el daño y asegura que el diente funcione correctamente y esté protegido contra infecciones futuras.
No, el tratamiento de endodoncia no es doloroso. Se utiliza anestesia local para adormecer el área y garantizar que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento. Después del tratamiento, es posible que haya algo de molestia, que puede ser manejada con analgésicos.
Después del tratamiento de conductos, es normal sentir sensibilidad en el diente durante unos días. Es importante seguir las instrucciones de cuidado postoperatorio proporcionadas por el dentista, y evitar masticar con el diente tratado hasta que se haya colocado la restauración final.
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